En el bosque de las hadas nos adentramos y encontramos a algunos de sus moradores. He aquí sus nombres y parte de sus costumbres para que vayamos conociéndolos mejor.
Bernardo y Eduardo Rocabrillante
Los enanos Bernardo y Eduardo Rocabrillante son dos hermanos que habitan
en la zona norte del bosque y que se dedican a la búsqueda y extracción
de piedras preciosas. Son especialmente amigos del hada Njmki, que es
la guardiana de todo aquello que vuela y/o brilla en la foresta. Cada
mañana Bernardo y Eduardo aparecen, poco después del amanercer,
dispuestos a sacar a la luz algunos de los tesoros escondidos en las
rocas para que todos puedan disfrutarlos. Son algo malhumorados y
quisquillosos, pero la valentía que demuestran al adentrarse en terrenos
tan oscuros y peligrosos y su esforzado trabajo contrarrestan esas
pequeñas "particularidades" de su personalidad.
Hada Njmki
Ella no sólo se encarga de cuidar de los cristales y piedras preciosas que adornan el bosque, sino que vela por todos y cada uno de los animalitos voladores que habitan allí. Además de esto, ama la música por encima de cualquier otra cosa y por las tardes suele tocar delicadas melodías con su lira sentada junto al arroyo. La mamá cisne aprovecha estas bonitas composiciones para dormir a sus crías, como si fueran nanas, de lo cual Njmki se siente muy orgullosa.
Hada Hiedrina
Hiedrina es el hada que se encarga de cuidar las flores, las plantas y
los árboles del bosque. Además es sombrerera y pasa las tardes cosiendo o
tejiendo coronas y otras prendas de adorno para la cabeza de los todos
los que viven cerca. Su gran amiga es la anciana Brígida, que llegó al
bosque hace ya unos cuantos años, acompañada de su nieto Tomás cuando
éste era apenas un bebé. Hiedrina en aquél entonces confeccionó un
sombrero de hongo para Tomás que ha ido creciendo con él año tras año.
Fue un regalo de bienvenida. A Hiedrina le encantan los bebés humanos y
por eso se esmeró tanto con este sombrero.
¿Verdad que Tomás es inconfundible con él puesto?
La anciana Brígida y el pequeño Tomás
Brígida Dulcerregazo es una anciana adorable que visita a diario a las
hadas y charla con ellas de asuntos domésticos. A veces dice cosas como "El bosque ya no es lo que era" o "Antes todo esto era selva", pero la
realidad es que está muy contenta de vivir en la foresta y no habría
nada en el mundo que pudiera convencerla de mudarse a otro lugar. Debido
a su edad, camina un poco encorvada y se apoya en una robusta vara de
fresno.
Tomás Buenaseta, por su parte, es un niño bastante
tranquilo. Le gusta contar cuentos y hacer de maestro. Para ello convoca
a los conejos y liebres del bosque y los instruye en matemáticas e
historia. De vez en cuando también les hace un examen oral con la
intención de ver si progresan adecuadamente.
Mientras Tomás imparte sus lecciones, al otro lado del arroyo, el hada
Nimki trata de que una libélula vuelva a hacerse amiga de una mariposa
con la que había discutido por un pedazo de musgo. Njmki no quiere más
riñas en el bosque, al menos por hoy, ya que pronto atardecerá y no
puede empezar a tocar su lira mientras haya seres alados peleando. La
mamá cisne espera ansiosa el concierto.
Aparte de instruir a los animalitos, a Tomás le gusta mucho también el sillón de las hadas (le han contado que de bebé durmió muchas veces en él), pero ahora su abuela ya no le deja usarlo porque "lo va tronchar con su peso". Al parecer, un hada adulta es más liviana que un niño humano de ocho años.
Por eso mira al conejo que está cómodamente sentado sobre las mullidas hojas y piensa que tiene mucha suerte. El conejo, no él.
Cuando cae la tarde, abuela y nieto se despiden de las hadas y se disponen a tomar el camino de regreso a casa.
Van conversando de sus cosas. Tomás le dice que cuando llegue el verano
quiere ir descalzo para pesar menos y poderse sentar en el trono de
hojas. La abuela le contesta que aun sin botas pesará demasiado.
Entonces Tomás pregunta: ¿Eso es porque me estoy haciendo mayor?
Y Brígida Dulcerregazo responde: Sí, exactamente. Es porque te estás haciendo mayor.
Hiedrina, el hada que cuida de las flores, de las plantas y de los árboles del bosque y además es sombrerera, los ve alejarse. Pero está contenta porque sabe que mañana sus amigos regresarán.
- FIN -